domingo, 22 de febrero de 2009

El incendio de Santa Ana




En Septiembre unos zagales descerebrados, prendieron fuego al monte y vaya susto que me dieron. A mi y a todo el personal del convento. Nada más ver los pinos en llamas fui corriendo a decirselo a mi nieto "El Cristo de la columna" a ver si él que es muy milagroso hacia algo. Él que ya lo sabía cuando yo llegue a contarselo y me dijo en tono triste: "No puedo hacer nada abuela les dío mi padre el Libre albedrio. Ya ves, haciendo mal uso de este la que han liado".
Libre albedrio dices... más vale que le ubiera dao menos albedrio y más sesera...

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